
Desde 2016 nos encargamos de seleccionar piezas de segunda mano curadas especialmente para la re-venta y el alquiler.
Bajo la inspiración de la gente vieja, rescatamos prendas y accesorios de materiales antiguos, confeccionadas a mano o con terminaciones que ya no se realizan.
Los viejos como analogía de lo desplazado y olvidado por la simple incapacidad de los demás de no valorar la experiencia acumulada a través de los años y una Industria movida por el deshecho.

Nos importa ser más que ropa y lo intentamos diariamente promoviendo valores para un mundo menos injusto.
Además de poner al servicio una forma de consumo más consciente y amigable con el ambiente, nos interesa fomentar la solidaridad entre lxs pequeñxs comerciantes así como vendemos a quien empatice con nuestro proyecto.
Desde nuestro producto hasta la comunicación, no concebimos otra manera de hacer las cosas que no sea noble y honesta.

Nuestros productos son, en su mayoría, encontrados en ferias callejeras. Allí las piezas nos flechan tiradas arriba de sábanas viejas o escondidas en grandes montañas de ropa.
La feria es integración de culturas, épocas y universos. Es andar sin expectativas.
Se trata del ejercicio de observar sin prejuicios e imaginar las cosas dentro de nuevos contextos. Se trata de ayudar al feriante y que ellxs nos lo devuelvan con diálogos enriquecedores. Se trata del dominicano y del flautista de música religiosa que vende su disco. Se trata de encontrar tesoros en los espacios llenos de polvo.
Elder es trabajar y jugar con amigxs. Es compartir e integrar la visión de otrxs a los que nos acercamos con ganas de que colaboren o que se acercan con ganas de participar y aportar al proyecto.